miércoles, julio 01, 2015

Una semana cualquiera en España



A colación de lo que comentaba en la anterior entrada, no hay más que mirar una semana normal el periódico. Resulta que el pasado día 10 de Junio, en el parlamento europeo se sometía a votación si se debatía el poco conocido, que no por ello menos peligroso, TTIP (Transatlatic Trade and Investment Partnership), un acuerdo a través del cual la ideología neoliberal encuentra su clímax reduciendo al mínimo las regulaciones e impuestos de las transacciones entre EE.UU. y Europa. En definitiva, una suerte de libre comercio entre las susodichas potencias. Y digo terrible porque dentro de las avanzadísimas negociaciones, las cuales se han llevado a espaldas de la población sin que supiéramos hasta hace bien poco siquiera que existían, se maneja la posibilidad de que un tribunal supra-nacional resuelva los posibles conflictos que amenacen los beneficios de las corporaciones: el ISDS (Investor-State Dispute Settlement). Por lo tanto, tal cual está planteado, ninguno de los gobiernos incluidos en el tratado tendría potestad de rechazar o recurrir una resolución del mismo. Aparte de la lógica pérdida de soberanía que ello supondría, nos quedamos expuestos a que unos jueces que no son elegidos públicamente resuelvan a favor de las compañías en los términos que maneja el dinero, independientemente que sea o no justo para la población. Un ejemplo: imaginémonos por un momento que, después de la aprobación del TTIP, la tristemente famosa compañía Monsanto decidiera recurrir la prohibición de comercialización de alimentos transgénicos en Europa (decir, por aclarar, que el TTIP per sé ya contempla una relajación de la legislación al respecto de la venta y producción de estos alimentos en Europa). Seguramente no ando demasiado desencaminado si aseguro que usted, lector, estará absoluta e irremediablemente en su contra, debido a que repite como un papagallo lo que la televisión difama o lo que otros grandes medios de difusión han mentido. Símplemente decirle que, si se informa un poco (sólo un poquito), lo único que encontrará detrás de la demonización de los transgénicos es pura ideología, superstición y absolutamente nada de pruebas punibles. Pero bueno, eso es objeto de otro cantar. Imaginémonos también que, en base a la pérdida de beneficios que ello le supone a la compañía, el ISDS resuelve a su favor y a partir de ese momento, encontraremos a nuestros amigos los transgénicos mejor representados en las estánterías de nuestros supermercados. Tremendamente fácil y sin posibilidad de que nuestro amigo Mariano pueda decir nada (¿lo haría a través de un televisor de plasma?). 
 

Así las cosas, volviendo a la votación en el Parlamento Europeo, nuestros amigos de la secta de la gaviota se opusieron en pleno a que el debate tuviera lugar. Como se dice en ciertos foros, el Partido Popular juega las cartas de la democracia únicamente cuando éstas están marcadas. Grave es igualmente lo sucedido con sus congéneres de la rosa. Aparte de votar la semana anterior a favor de una enmienda que no rechazaba explícitamente el arbitraje del ISDS, los 5 diputados que asistieron a la votación (de un total de 14) se abstuvieron, posponiendo definitivamente el debate (183 a favor, 181 en contra, 37 abstenciones). Para las mentes cuya capacidad de cálculo no se desarrolló convenientemente, únicamente con 3 diputados más que hubieran votado a favor, hubieramos tenido una exposición pública de tremendo engorro. En definitiva, es un gran logro para ese partido que supuestamente defiende unos ideales socialistas por y para la población, alcanzando cotas de cinismo poco antes vistas. 

Pero, ¿qué le vamos a hacer? Ellos se consideran a sí mismos el vehículo del cambio.... Siguiendo con el repaso de la actualidad tenemos el tradicional caso diario de corrupción del PP, que envuelve a la nueva flamante presidenta de la comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. Ponemos en situación. Plaza Cristo Rey, nº7. Ahí se encuentra situado un solar propiedad de la Universidad Complutense de Madrid. Para aquellos que no lo asocien, traduzco: suelo público. En Febrero de 2013, se convoca a concurso la construcción y gestión por 50 años de un nuevo Colegio Mayor en dicho lugar. Para no aburrir con las cifras millonarias que se manejan, la empresa adjudicataria Castellana Management S.L. contrata a su vez a un promotor delegado para la construcción del edificio. Este promotor delegado es Rya Residencias, que está en propiedad de un tal Dionisio Ramos. Dicho personaje, que fue gerente de la Universidad Complutense entre 1999 y 2003 (¿A alguien no le viene a la cabeza automáticamente las palabras “Conflicto de intereses” y “Tráfico de Influencias”? ¿Cómo un ex-gestor de la Universidad puede siquiera optar a tal proyecto?), también hizo sus pinitos en la máquina de hacer dinero llamada Gürtel. Para hacer la historia un poco más corta, en uno de los papeles del impresentable personaje Francisco Correa figura el “Dioni” como comprador de acciones de una empresa de su propiedad. Sólamente para completar el paquete, el escolta de Eduardo Tamayo (sobran las presentaciones) le señaló como uno de los responsables de la seguridad del parlamentario tras el golpe de estado (más bien, golpe de “comunidad autónoma”). Una vez hechas las pertinentes descripciones, vamos a hacer un ejercicio práctico sencillo, del nivel de un niño de parvulario diría yo. Encuentre, amigo o enemigo lector, los nombres resaltados en negrita de este párrafo. Escríbalos juntos en una columna y escriba en otra el nombre de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Ahora, únalos con una flecha si es tan amable y tendrá ante sus ojos un esquema fidedigno de las amistades que la señora Cifuentes hace gala. ¿Y ésta es la persona que dirigirá la suerte de los Madrileños durante los próximos años? ¿Sómos los Madrileños (y no sólo ellos... no hay más que ver el resto de las comunidades y ayuntamientos) una suerte de Síndrome de Estocolmo? ¿Dónde se queda la calidad nuestra capacidad de elección? Yo se lo responderé con otra pregunta querido amigo: ¿Qué capacidad de elección? …. Yo no la veo por ninguna parte.

Por lo demás, me he propuesto, estimado visitante de mi modesto blog, escribir más a menudo y por lo tanto entradas más cortas. El problema es que si me pongo a hablar de la incrustación de la corrupción en la vida política de este país, se me quedan en el tintero otros asuntos igualmente graves que ocurrieron (como reza el título de esta entrada) en una semana cualquiera en España. Por resumir, qué podemos decir del penoso viaje del señor Felipe González a Venezuela en defensa de los derechos humanos. Fuera de la honorabilidad que ello conlleva, es imposible no hacer mención al cinismo del que hace gala. No nos olvidemos que el susodicho personaje fue responsable de su incumplimiento, cuando unos personajes que no merecen ser nombrados publicitaron de manera muy efectiva 3 simples letras bajo la tutela del señor González: GAL. Muchas compañías de márketing deberían estudiar el fenómeno para ver si pueden colocar tan exitosa en el mercado sus respectivos productos... Podría haber ido igualmente a China o a uno de los múltiples países Africanos en donde las dictaduras aún imperan a sus anchas.... pero eligió Venezuela en año electoral. Además,nunca había visto una covertura tan intensa por parte de los grandes medios de comunicación y de persuasión (como los denomina Vicenç Navarro) de un viaje de un expresidente a un país supuestamente insignificante de sudamérica... Parece ser que el Partido Socialista, ante la ausencia de argumentos, necesita recurrir a tristísimos artilugios. Igual que hablábamos hace un momento del Síndrome de Estocolmo, ahora podríamos acuñar uno nuevo (que la gaviota lleva padeciendo desde hace un tiempo, dicho sea de paso): el Síndrome Podemítico Sistémico.


También se podría describir ampliamente la profunda vergüenza ajena que me supuso enterarme que un debate sobre el fin de la banda terrorista ETA, en el cual se abordaron algunos de los importantes flecos pendientes del proceso de paz en el País Vasco y, por extensión, en España, no tuviera lugar en el Congreso de los Diputados de Madrid (o en alguna de las capitales vascas) y sí el pasado 11 de Junio en París. Para mayor vergüenza, la sede de nuestro poder legislativo se negó en rotundo a escuchar los testimonios de las víctimas un par de semanas antes y sobra decir quién tiene la potestad para impedir este tipo de eventos. Parece ser que aún hay quien se lamenta de que no se pueda usar nunca más el terrorismo como arma política arrojadiza y se justifica con el más que oportuno hallazgo unos días antes de un arsenal de armas y la detención de dos personas. Es un buen gesto para sellar la paz, ¿no?



Pero bueno, como he dicho, esta es sólo una semana cualquiera en España y parece que a su pueblo, los españoles, les parece estupendamente todo este tipo de indignantes espectáculos. En definitiva, colaboradores necesarios de toda la porquería que nos asola.